Tiene poco más de US$ 300.000 millones en bonos del Tesoro en posesión directa en su hoja de balance, comparado con US$ 800.000 millones antes de que hace un año se desatara la crisis. También podría incrementar la cantidad ofrecida en las subastas TAF.
Aristimuño Herrera & Asociados / Reuters
La Reserva Federal de Estados Unidos podría verse presionada en los próximos meses para ofrecer aún más liquidez a los ajustados mercados de dinero, pues el sistema financiero sigue vulnerable a pesar del rápido alivio monetario del último año.
Pero la Fed desearía continuar dentro de los parámetros de los programas de liquidez que entraron en vigor cuando el racionamiento del crédito salió a la superficie en agosto del 2007, en lugar de tomar nuevas medidas radicales.
«Continuaremos revisando todas nuestras facilidades de liquidez para determinar si están teniendo los efectos pretendidos o requieren modificaciones,» dijo el presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Ben Bernanke, en la conferencia anual del banco de la Reserva Federal de Kansas City que se realizó hace una semana en Jackson Hole, Wyoming.
El mes pasado, el banco central de Estados Unidos tomó medidas para contrarrestar la posibilidad de repentinos ajustes del crédito cada fin de trimestre y a fin de año, cuando habitualmente es muy alta la demanda de fondos.
El miércoles, la Fed de Nueva York llevó adelante su primera subasta para otorgar opciones en las que los operadores primarios pueden pedir prestados bonos del Tesoro de Estados Unidos a cambio de activos menos líquidos, una de las nuevas medidas anunciadas en julio.
Este programa, conocido como TOP por sus siglas en inglés, atrajo una demanda relativamente fuerte, con un ratio de demanda sobre oferta de 2,04.
«A la Fed ya no le quedan muchas cartas para jugar en el frente de la liquidez, y tiene que ahorrar los ajustes de la hoja de balance que le quedan para los momentos en que sean más útiles,» dijo Louis Crandall, economista jefe de Wrightson ICAP en Jersey City, Nueva Jersey.
La Fed tiene poco más de 300.000 millones de dólares en bonos del Tesoro en posesión directa en su hoja de balance, comparado con unos 800.000 millones de dólares antes de que hace un año se desatara la crisis del crédito.
Crandall dijo que la Fed podría usar una táctica similar al programa TOP para la Facilidad de Subastas a Término (TAF, por su sigla en inglés), un esquema establecido en diciembre pasado, en el que los bancos pueden recaudar fondos directamente del banco central a través de licitaciones.
Mientras que la TOP, una versión del programa TSLF de la Fed, se limita a los 19 operadores primarios que trabajan directamente con el organismo monetario, la TAF está abierta a todas las instituciones depositarias.
La Fed también podría incrementar la cantidad ofrecida en las subastas TAF.
El banco central tenía unos 150.000 millones de dólares asignados en créditos TAF en el momento en que anunció el 30 de julio que ofrecería fondos en algunas licitaciones por un término de 84 días y no sólo los 28 días disponibles antes.
«La Fed ha mostrado un alto nivel de flexibilidad y está dispuesta a oir al mercado y modificar los programas,» dijo Zach Pandl, economista de Lehman Brothers en Nueva York.
Otro instrumento que la Fed espera tener pronto es la capacidad de pagar intereses sobre las reservas que los bancos comerciales depositan en el organismo central. Eso permitiría a la Fed tener más flexibilidad para ofrecer fondos sin presionar a la baja las tasas de corto plazo.
En el 2006, el Congreso dio permiso a la Fed para que pague intereses sobre las reservas, pero esa autoridad sólo entra en vigencia el 1 de octubre del 2011. Sin embargo, este año la Fed pidió la potestad de empezar a pagar intereses en 2008.
Los bancos centrales del mundo también consideran el uso de colateral denominado en moneda extranjera en las operaciones de los mercados de dinero, una medida que había pedido en abril el Foro de Estabilidad Financiera, un grupo global de banqueros centrales y reguladores.
Algunos también especulan que la Fed podría comprar hipotecas a los bancos en una iniciativa para restablecer el vapuleado mercado inmobiliario.
Fuente: Banca y Negocios