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La economía mundial parece acostumbrarse a las crisis financieras, de hecho desde 1970 estos fenómenos han sido recurrentes en más de 42 ocasiones en 37 países.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) identificó 124 crisis de actividades bancarias sistémicas durante el periodo 1970 a 2007.
En la siguiente lista presentamos las mayores crisis bancarias medidas a través de su costo fiscal como porcentaje del Producto Interno Bruto del país en que sucedió la debacle como la que hoy vive Estados Unidos.
Entre las principales causas de las crisis financieras, en FMI identifica una combinación de políticas macroeconómicas insostenibles (como déficit en cuenta corriente y deuda pública insostenible), auges excesivos del crédito, fragilidad en el balance de las instituciones, y parálisis de las políticas económicas.
Las crisis financieras suelen ser perjudiciales para el crecimiento económico y contagiosas como es el caso de la que hoy vive Estados Unidos que impacta en los mercados mundiales.
Las crisis financieras del pasado han llevado economías afectadas en recesiones profundas y revocaciones agudas de la cuenta corriente.
Indonesia (1997)
El costo fiscal de esta crisis financiera alcanzó el 56.8% de su Producto Interno Bruto (PIB), la expansión de este sismo financiero tuvo efectos hasta mayo de 2002, cuando el Banco de Indonesia había cerrado 70 bancos y nacionalizado13 instituciones de un total de 237.
Los préstamos oficiales para el rescate del sistema bancario eran estimados en 32.5% de los préstamos totales en el pico de la crisis.
Argentina (1980)
Con un costo fiscal del 55.1% del tamaño de su economía anual en marzo de 1980 la falta de pagos obligó a un gran número de instituciones financieras a confiar pesadamente en la ayuda económica del Banco Central ante la ola de retiros masivos de depósito. Las instituciones que entraron en crisis incluyeron el banco de inversión más grande y el segundo mayor banco comercial privado.
Se liquidaron o fueron sujetas de control estatal más de 70 instituciones (que mantenían el 16% de activos de la banca comercial y el 35% de activos de las compañías de finanzas).
Jamaica (1997)
La pequeña isla de las Grandes Antillas sufrió hacia finales de la década de los 90 un colapso financiero que le costo apoyos fiscales equivalentes al 43.9% de su Producto Interno Bruto (PIB).
El colapso inició en 1994 cuando algunas de las actividades bancarias del Grupo Blaise, una de las principales compañías de la Isla fueron cerradas.
En 1996, FINSAC, una agencia financiera del gobierno, tuvo que respaldar a cinco bancos, 5 compañías de seguro de vida, 2 sociedades de crédito a la vivienda, y 9 bancos mercantiles. El gobierno recapitalizó a 21 instituciones cuyo costo se calculó al año 2000 en 44% del PIB.
Chile (1981)
La segunda crisis bancaria del país sudamericano tuvo mayores costos que la de 1976, al alcanzar el 42% del tamaño anual de su economía.
Antes de fin de 1981, un período de expansión de seis años terminó precipitadamente.
Las altas tasas de interés internacionales, una recesión mundial, precios del cobre más bajos, y un corte precipitado del crédito extranjero hacia América Latina empujaron Chile en una crisis económica costosa.
Los problemas se agravaron por prácticas financieras falsas entre los bancos, que cuyos préstamos en cartera vencida se extendieron de un 12 hasta un 45% del total.
El sistema financiero chileno fue afectado en dos etapas. La Primera de 1981-82 incluyendo 11 liquidaciones (bancos y compañías de finanzas), donde protegieron a todos los depositantes. La segundo en 1983, cuando tras las liquidaciones de instituciones los depositantes domésticos solo fueron compensados parcialmente. Mientras que a los acreedores extranjeros que les fueron ofrecidas las mismas remuneraciones, amenazaron con cortar líneas de crédito comercial y fueron reestructurados en última instancia bajo deuda exterior.
Turquía (2000)
Los bancos tenían una alta exposición al gobierno a través de grandes tenencias de bonos públicas, alto riesgo de inversión y tipo de cambio débil, haciéndolas altamente vulnerables al riesgo de mercado.
En noviembre de 2000, los créditos interbancarios a algunos bancos que sostenían el papel de gobierno de largo plazo fueron cortados, forzándolos a liquidar esas posiciones lo que causó una caída brusca en el precio de tales bonos, provocando una revocación en los flujos de capital, aumentos en tasas de interés, y declinación en el valor de la moneda.
Dos bancos se cerraron y 19 bancos fueron intervenidos por el fondo de seguro de depósito de ahorros lo que costó a los contribuyentes el equivalente al 32% de su PIB.
Macedonia (1993)
El gobierno del país de Europa del Este, antes Antigua República Yugoslavia de Macedonia asumió el control la deuda exterior de los bancos y cerró el segundo mayor banco. Los costes de rehabilitación del sistema bancario, obligaciones por asumir la deuda exterior, y las responsabilidades respecto a las obligaciones de divisas, y eventualidades congeladas en los bancos se estimaron en un costo fiscal equivalente al 32% de su Producto Interno Bruto, similar al costo de la crisis en Turquía.
Uruguay (2002)
Las instituciones afectadas explicaron el 30% de activos financieros y los bancos insolventes explicaron el 20% de los depósitos financieros del sistema financiero del país sudamericano. Los uruguayos pagaron alrededor del 31.2% de su Producto Interno Bruto por el rescate de sus sistema financiero.
Corea (1997)
Ni el tigre asiático se ha salvado de una crisis financiera. La devaluación del baht tailandés en julio de 1997, el contagio regional subsecuente, y del desplome de la bolsa de Hong Kong envió ondas expansivas al sistema financiero coreano. El tipo de cambio de Corea seguía siendo ampliamente estable hasta octubre de ese año.
Sin embargo, el alto nivel de la deuda a corto plazo y el bajo nivel de reservas internacionales hicieron a su economía cada vez más vulnerable a los cambios en el sentimiento de los mercados. Mientras que su macroeconomía continuaba siendo favorable, el crecimiento en el los problemas en el sector financiero y en los grupos industriales caía cada vez más en dificultades para los bancos que otorgaron préstamos a corto plazo.
Hasta mayo de 2002, cinco bancos fueron forzados a salir el mercado a través y otras 303 instituciones fueron afectadas (215 eran uniones de crédito); otros 4 bancos fueron nacionalizados.
República Dominicana (2003)
El país americano sufrió la debacle de su sistema financiero en 2003 cuando el Banco Central asumió el control de BanInter (Banco Intercontinental) tras la bancarrota declarada en mayo y disuelta en julio.
Las responsabilidades de la institución se excedieron en activos por 55,000 millones de pesos (2,200 millones de dólares) y el 15% del Producto Interno Bruto.
El Banco Central había proporcionando liquidez a Baninter desde septiembre de 2002. Otros dos otros bancos, Bancrédito y Banco Mercantil también fueron apoyados con liquidez. En total el costo fiscal alcanzó el 22% de su Producto Interno Bruto.
Ecuador (1998)
En la nación sudamericana cerraron a siete instituciones financieras, explicando 25-30% de activos de actividades bancarias comerciales, entre 1998 y 1999. En marzo de 1999 los depósitos de banco fueron congelados por seis meses. Antes del enero de 2000, el gobierno había cerrado 16 instituciones financieras que explicaban el 65% de los activos.
Todos los depósitos fueron desbloqueados antes del marzo de 2000. Los contribuyentes ecuatorianos pagaron un costo equivalente al 21.7% de su Producto Interno Bruto.
México (1994)
De 34 bancos comerciales en 1994, nueve fueron intervenidos y 11 participaron en el programa de la recapitalización y compra de cartera vencida. Los nueve intervenidos representaban el 19% de los activos financieros del sistema y fueron declarados en insolvencia. Antes de 2000, el 50% de activos de los banco fueron sostenidos por los bancos extranjeros, ahora las filiales extranjeras controlan más del 85%.
El costo total del rescate, que aún se liquida, alcanza los 550,000 millones de dólares, según las auditorías del Congreso mexicano.
Sin embargo, el FMI estima que el costo fiscal en la mitad de la década pasada equivale al 19.3% del Producto Interno Bruto.
Eslovenia (1992)
Dos tercios del sistema financiero del país de Europa central fueron reestructurados ante una crisis cuyo costo fiscal en proporción al Producto Interno Bruto alcanzó el 14.6%.
Estados Unidos (2007)
La peor crisis financiera de Estados Unidos podría representar el monto nominal más alto de la historia para rescatar a un sistema financiero, 700,000 millones de dólares. Sin embargo el costo fiscal en proporción al Producto Interno bruto alcanzaría el 5 o 6% del Producto Interno Bruto.
A la fecha las principales víctimas del desastre financiero estadounidense son las hipotecarias, además de los bancos de inversión, de las 10 instituciones de este tipo que existían hace una década hoy solo sobreviven dos.
El presidente George Bush se enfrenta a un Congreso que ha rechazado en primera instancia su plan de rescate, después de que pretende comprar cartera vencida a cambio de acciones a las cientos de instituciones financieras cuyos balances las ponen en riesgo de quiebra y de poner en peligro el patrimonio de los estadounidenses.
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