La Economía de los no Especialistas

Just another WordPress.com weblog


2 comentarios

El consumidor, víctima de gobiernos y empresarios

Excelente, la educación en este tema de las finanzas es mi principal objetivo; es la mejor arma de defensa. Lean este interesante artículo de opinión.

Saludos.

El consumidor, víctima de gobiernos y empresarios

(Créditos: Archivo)

“21/07/2011 03:21:02 p.m. | Boris Ackerman Vaisman.- El mecanismo para defendernos de los abusos del sector privado y funcionarios públicos es la presión social, la defensa efectiva de la verdadera libre competencia
En la línea del frente entre las pésimas leyes creadas por malos gobiernos, en los que funcionarios arbitrarios buscan controlar la vida de las personas, regulando hasta la manera de andar, y algunos empresarios poderosos que solamente se conforman con márgenes astronómicos de beneficios, se encuentra el consumidor, es decir, usted.
Amigo lector, no es sino usted quien termina siendo la víctima que siempre paga los platos rotos, el débil del juego.
Al final de toda la diatriba, tanto el empresario inescrupuloso formal, informal o mafioso, como el funcionario corrupto, terminarán llegando a condiciones perversas para la mayoría. Estas condiciones sin duda traerán enormes beneficios a unos pocos y harán que quien verdaderamente se esfuerza por ganarse el pan de cada día termine pagando por esos beneficios.
Hoy queremos explicarle estos perversos mecanismos.

¿Qué busca el empresario mercantilista?
Muchos empresarios tienden a escudarse en una supuesta libertad de mercado y en la defensa del empleo cuando lo que en realidad plantean son medidas de protección que los dejen multiplicar sus ganancias. ¿Cómo lo hacen? En general, son muchas las prácticas y todas son bastante dudosas desde el punto de vista ético. Algunas de dichas prácticas son la limitación de la competencia, la escasez artificial, los monopolios de sistemas productivos, el control de redes de comercialización (roscas), el acceso a determinados insumos claves, tecnologías o formulaciones exclusivas, etc.
En realidad, todas esas prácticas monopólicas y oligopólicas son mecanismos que buscan lograr que unos pocos se queden con una gran parte de la riqueza que la sociedad genera y, claro está, maximizar los beneficios de esos pocos.
Para eso, individuos con gran afán de lucro se integran en gremios, defienden prácticas que bloquean los cambios en gustos y tecnologías, exigen y luchan de manera despiadada para que no exista verdadera libertad de mercado y aplastan con diversos mecanismos a cualquier competidor que quiera aprovechar las oportunidades causadas por los amplios márgenes que dejan las estructuras poco competitivas.
Si, por ejemplo, surge un nuevo competidor, lo desmeritan, le bloquean su acceso a los mercados, crean modelos en donde se obligue a nuevos entrantes a solicitar permisos y licencias casi imposibles de obtener.
En un medio así, el consumidor termina pagando los platos rotos, al depender de pocos oferentes demasiado costosos.

¿Realmente el regulador nos protege?
Piénselo un poco, si los reguladores nos protegieran, los países con mayores niveles de regulación serían los de mayor nivel de bienestar. Lamentablemente, no es así, mientras más regulaciones existan, peores serán las condiciones de la gente, más se dificultará todo, más se promoverán las nuevas iniciativas y más compleja terminará siendo la vida para el ciudadano común.
El regulador y las regulaciones tienden a impedir transacciones comerciales aun cuando ambas partes estén conformes, a limitar el tránsito de mercancías y a regular en ciertos casos los precios a niveles sin sentido, en los cuales los oferentes simplemente se abstienen de participar en los mercados.
Por otra parte, mientras más herramientas de presión y capacidad sancionatoria posea quien regule o supervise, más posible será que este individuo empiece a forzar al comerciante o empresario y le exija dinero a cambio de eliminar o minimizar sanciones.
Claro está, ese dinero adicional será cargado por el empresario al precio del producto y todos los consumidores terminarán siendo más pobres, mientras que funcionarios inescrupulosos multiplicarán sus haberes.
La particular regulación de los márgenes de beneficios puede tener diversas consecuencias, según el tipo de actividad:
Si se trata de una actividad cuyo margen de beneficio es normalmente mayor al regulado, en el corto plazo quizás el proveedor siga ofreciéndola, pero seguramente evitará realizar nuevas inversiones y claramente el servicio o el bien ofrecido sufrirá una severa degradación.
Si se trata de nuevas actividades o actividades inexistentes, es muy posible que el emprendedor se abstenga de iniciarla sobre todo si su percepción de riesgo es alta y el margen que fije la regulación no es consistente con lo que espera ganarse.
En ambos casos, se reduce el empleo, se deterioran los servicios y no entran al mercado nuevos competidores, todo eso causa el empobrecimiento y la falta de opciones para consumidores, profesionales y personas trabajadoras.
Si ya sabemos que los empresarios pueden ser inescrupulosos y los funcionarios no nos ayudan mucho, entonces ¿qué podemos hacer para defendernos?
El mecanismo para defendernos de abusos de empresarios y funcionarios es la presión social, la defensa efectiva de la verdadera libre competencia, la exigencia en cuanto a estándares de calidad y, claro está, tomar una postura que demande transparencia.
El consumidor debe comenzar a tener un rol activo cada vez más crítico, menos crédulo, debe aprender a abstenerse de consumir si algo está demasiado caro, y además, tiene que denunciar prácticas poco éticas como ventas condicionadas o mecanismos de mercadeo que manipulen o fuercen las compras.
Finalmente, como reflexión, lo correcto es considerar que lo único que protege a la gente y construye sociedades más justas es la competencia, mercados en donde existan muchos oferentes y precios competitivos. Es así como las políticas públicas en vez de ponerles camisas de fuerza a los empresarios, deberían más bien facilitar que nuevos competidores salgan a ofrecer bienes y servicios, incentivándolos con tasas de impuestos más bajas, acceso a créditos, formación, información y facilitando la creación de redes.
En la medida en que el estado se dedique a perseguir y controlar la actividad empresarial, el resultado será el empobrecimiento de los más débiles, la falta de nuevos competidores y la carencia de oferta, con el muy posible enriquecimiento súbito de empresarios y funcionarios inescrupulosos. Si, en cambio, se fomenta la actividad empresarial, toda la sociedad comienza a estar un poco mejor.”

Fuente: El mundo. Economía & Negocios


Deja un comentario

Mi primera clase de economía

Interesante Artículo publicado en el excelente portal de Banca & Negocios. Hay que leerlo. Disfruten.

Saludos

 

“Viernes, 05 de Agosto de 2011 08:16 AM

 

Mi primera clase de economía

Roberto disfrutó uno de los regalos que más había ansiado. Un BlackBerry. Y no fue un gusto que le dio su papá o el Niño Dios. Se lo dio el mismo con lo que ahorró durante cierto tiempo de su merienda. Es una lección de vida y valores.

¿Desde cuándo darles dinero a los hijos? ¿Cuánto y con qué frecuencia? Una lección de vida y valores.

Por supuesto que al final, los padres de Roberto le dieron el último empujón para que completara el dinero que le faltaba para su BlackBerry.

Guardar casi completo el dinero que sus papás le dieron cada semana a Roberto fue un esfuerzo que para él valió la pena. "Le decía a mis amigos que mejor alquiláramos una película y la veíamos en mi casa para así ahorrarme también lo de la cotufa y el refresco. Y para el colegio llevaba diariamente algo de la casa", dice Roberto.

Como casi logró la meta, su papá y su mamá quedaron un poco preocupados. "No sé, le damos mucho. Hemos hablado con otros papás y mamás y algunos no les dan sino cuando salen y otras les dan mucho más", dice Pedro y Maria Elena.

Saber cuánto dinero darles y desde qué edad es una pregunta que ronda la cabeza de los padres, especialmente si sus hijos son adolescentes.

Luisa Arismendi, mamá de tres niños, no les da mucho porque todavía no tienen tantas necesidades. "Con todo y eso siempre están diciendo que no les alcanza. A Kristel, que tiene 11 años, le doy 25 bolívares diarios. La merienda la lleva de la casa y le doy una tarjeta de celular de 20 mil bolívares. A Michelle, que tiene 15 años, le doy 40 bolívares diarios. Si va a ir al cine, le pagamos la entrada. Y le pago el celular que tiene 100 minutos libres al mes. Y a Juancho, de 6 años, como ya lo dejan comprar en la cantina del colegio, le doy cuando me pide para comprar cualquier cosa que le gusta, dado que se lleva su comida completa de la casa y entre los abuelos y los tíos cada uno recibe de regalos unos 150 bolívares mensuales”.

Como no tienen tanto en qué gastar, lo que les sobra lo van guardando para comprarse un antojo como algo de ropa.

Acerca desde qué edad darles y la cantidad adecuada no hay nada escrito ni probado. Lo cierto es que depende de la edad del pequeño, de su madurez y de la situación económica de la familia.

Según la sicóloga familiar, María Alejandra Granadillo, después de los cinco años, los niños ya tienen la capacidad de aprender el valor del dinero, pues manejan conceptos de cantidad y número, reconocen las diferentes denominaciones de monedas y billetes y entienden cuánto tienen y para qué alcanza.

CLASE DE ECONOMÍA Y VALORES

Pero no se trata de entregarles el dinero para que gasten y ya. Es una oportunidad para enseñarles, no sólo cosas prácticas como principios de matemáticas (sumar y restar), también valores y de paso, ir inculcándoles nociones de economía, porque esta no es una ciencia oculta que sólo entienden los economistas y los ministros de hacienda, sino una actividad diaria en la cual participamos todos.

Estas primeras lecciones son fundamentales para que ellos aprendan a manejar el dinero para el resto de su vida.

En un principio, sólo hay que darles estrictamente lo que necesitan. "Se pueden tomar por costumbre que los viernes tienen 150 bolívares, por ejemplo, para una pizza y un refresco", dice la sicóloga Maritza Certad.

Luego se les puede ir dando una cantidad fija cada semana, luego cada 15 días y finalmente al mes, lo que los enseñará a ser organizados en sus gastos, a ahorrar y a establecer prioridades.

"Hay que enseñarles el valor del dinero. Tiene un uso de placer (comprarme lo que me gusta), uno de consideración con el otro (comprar un regalo), uno reparador (reponer lo que dañé o boté) y el de ahorro", comenta Maritza.

Al momento de establecer la cifra se debe acordar mutuamente qué gastos fijos y necesarios incluye: merienda, recreación (cuántas salidas y a dónde), materiales escolares, etc.

Así mismo, si en esa suma entran los regalos que va a dar a un amigo, hermano o familiar por cumpleaños o día de la madre. Es importante que aprenda a regalar, a compartir. Por ejemplo, si un compañero no tiene para la merienda, que lo pueda invitar. O si está enfermo o pasando por un mal momento darle un chocolate. Así también va aprendiendo a compartir y a ser solidario.

Con el dinero no solo se aprende el valor monetario de las cosas, también el esfuerzo por conseguirlas. A los niños hay que hablarles de cómo se consigue el dinero, para que no les pase como a Juancho, que cuando su mamá le decía que no había dinero para lo que quería, él, muy naturalmente le decía que fueran al cajero a sacar más. Se les debe inculcar la importancia del trabajo, que la plata no se consigue fácilmente y que por eso hay que saberla gastar.

De paso se le debe enseñar a ser honrado. Que no debe tomar dinero de otra parte o persona; si hizo un encargo, que entregue el vuelto; si le dieron de más en la devolución, que no se quede con el excedente.

Al mismo tiempo hay un tema importante de responsabilidad: enseñarle a guardar el dinero en un lugar seguro (una alcancía o el banco) para no perderlo, no gastarlo antes de tiempo, no derrocharlo.

Si lo extravía o lo gasta en un sólo día no es conveniente reponérselo. Es mejor revisar con él qué pasó y tomar medidas para que no vuelva a suceder.

CUENTAS CLARAS

SUMAS Y RESTAS

* Aproveche los días de compras para enseñarle a su hijo cuánto valen los artículos que llevan a la casa.

* No lo recompense por todo con dinero, después no hará un favor sino es por algo a cambio.

* No recompense aquellas cosas que son su deber hacer como las tareas, arreglar su cuarto o guardar su ropa.

* Enséñele que el dinero es bueno para gastarlo, entre otras cosas, con quienes estima. Así no se volverá tacaño y acumulativo sin más objetivo que atesorar.

* Hay que incentivarlo a que ahorre con un objetivo claro y a corto plazo.

* Si quiere un juguete, algo de ropa, un accesorio o un paseo, se le pueden proponer actividades extras para que gane el dinero que necesita.

* Si la familia pasa por un mal momento económico hay que contarle para que colabore y entienda las restricciones.

Análisis realizado por Aristimuño Herrera & Asociados”

Fuente: Banca & Finanzas


Deja un comentario

El Poder del Dinero (Parte 1)

Siempre he dicho que para poder hablar bien o mal de algo o de alguien hay que conocerlo. Pues en esta materia es igual, hay que conocer el medio que permite fluir al dinero y sus características.

Por ello, les sugerimos ver este documental acerca del dinero el cual está dividido en 6 capítulos. Aquí les dejamos el primero. Espero que les guste.

Saludos

http://www.documaniatv.com/social/el-poder-del-dinero-1-suenos-de-avaricia-video_2a6e0d925.html


Deja un comentario

El pánico se apoderó de inversores en un día que ya ingresó en la "historia negra" de los mercados

Finanzas, 05 de agosto de 2011


Todo parecía resuelto. Estados Unidos, sobre la hora, le había escapado al default. En Europa se tomaron un respiro, tras haber rescatado a Grecia. Pero los dueños de los capitales olfatean que a futuro las cosas no pintan bien. ¿Cuáles son las razones de fondo que les hacen tener tanto miedo?

El pánico se apoderó de inversores en un día que ya ingresó en la "historia negra" de los mercados

¿Acaso no se había arreglado todo? ¿Estados Unidos no solucionó su default? ¿Grecia no fue rescatada? ¿Qué pasó ahora?

Posiblemente usted -como muchos otros- se esté haciendo esas mismas preguntas, al leer nuevamente que el mundo financiero se desplomó, lisa y llanamente.

Esta vez, como pocas veces en este último tiempo.

A punto tal que el día de ayer ya ingresó en la "historia negra" de los mercados.
Parecía que todos los líderes de Europa y Estados Unidos habían hecho bien los deberes. Y que la palabra crisis global comenzaba a mirarse por el espejito retrovisor.

Pero nada de eso ocurrió.
Tal como anticipara iProfesional.com el mismo lunes -apenas se aprobó en los Estados Unidos la ampliación del techo de deuda- la lectura de los inversores, lejos de transformarse en algarabía, fue dominada por el escepticismo (ver nota: ¿Por qué los inversores le dan la espalda y analistas descreen del acuerdo que se firmó en EE.UU.?).

¿Por qué? Por un razonamiento tan sencillo como preocupante.

Si la principal economía del mundo, que aún no logró recuperarse de la crisis de hipotecas -y que para salir a flote necesita impulsar el consumo de sus habitantes- aprueba un paquete que incluye una fuerte suba de impuestos y recorte de gastos, ¿cómo hará para salir a flote?
La ecuación es sencilla: menos dinero para consumir = menos producción de las empresas = menos creación de empleos = escenario recesivo.

En buen romance, que Estados Unidos haya sorteado un eventual default, no significa que las cosas pinten bien.

Y esta lectura es justamente la que hicieron los inversores.
"Lo peor de todo es que el ajuste que, de alguna manera, se asemeja al aplicado en Grecia, va a convertirse en un salvavidas de plomo para una economía que aún no pudo salir de la crisis", señala Agustín Cramo, experto en mercados internacionales, a iProfesional.com.
"Además, suponer que el resultado fiscal va a mejorar por la suba de los impuestos, en medio de una caída del nivel de actividad, es literalmente soñar despierto", agrega.

En la misma línea argumental, el economista Luis Palma Cane decía: "La teoría y la experiencia indican que si a un país, que está saliendo a flote gradualmente, se le aplican fuertes ajustes, los resultados son nueva recesión, menores ingresos y mayor déficit".

Olla a presión
Y este temor se fue acrecentando con el correr de los días. Hasta que llegó el fatídico jueves 4 de agosto.
Una jornada que quedará en la historia de los "días negros".

No será el primero ni el último. Pero por el simple hecho de sumarse a la lista, ya es un símbolo de que algo no está funcionando a nivel global.

Ya no alcanzan los salvatajes. Ni arrojar al mercado billones de dólares para que la economía global salga a flote.

Los inversores no encuentran demasiadas opciones para refugiar su dinero.

Y ayer hasta se dio la paradoja de que bajó hasta el oro.

Salvo los bonos del Tesoro americano, cayeron todos los activos.
Así, se vieron afectados las principales monedas de países emergentes, acciones, bonos y materias primas.

Se busca líder se busca
Una de los grandes problemas que observan los inversores es la falta de liderazgo político a nivel global.

Es decir, la carencia de algún estadista, que se "ponga mochila al hombro" y marque el rumbo a seguir.

Y los analistas locales e internacionales hacen la misma lectura.
"El problema que vemos días es que los mercados le están imponiendo el ritmo a la política. Y cuando ésta actúa, más que avanzar, retrocede", destaca Sabrina Corujo, de Portfolio Personal.

La experta remarca que "esto se vio antes en Europa y ahora también se da en los Estados Unidos".
Dionisio Corneille, director de la Sociedad de Bolsa que lleva su nombre, coincide con su apreciación: "Las fuertes bajas se explican por una crisis política que se suma a la económica".
"No existe alguien que en este momento pueda tomar el toro por las astas y transmitir confianza, que es lo que está faltando en el mercado", se queja el experto.
En la misma línea, el ex titular del Banco Central, Martín Redrado, asegura que "todo se derrumba porque no hay liderazgo político y porque los motores de la economía mundial se desaceleran".
Al respecto, desde la city porteña la mayoría de los analistas consultados también destaca quegeneró mucha incertidumbre la falta de liderazgo mostrado por Obama, a la hora de encolumnar a los propios congresistas de su partido.

Mariano Peretti, analista de Maxinver, señala que "los inversores perdieron la confianza", al ver cuánto demoró Estados Unidos en llegar a un acuerdo.

Y los expertos remarcan que los dueños de los capitales "olfatean" estas cuestiones, se asustan y actúan en consecuencia.
"Ningún personaje mundial puede brindar esos signos de fortaleza propios de un estadista, que se requieren para calmar el temor de los mercados", sentencia Corneille.
Y esa debilidad que encuentran los inversores en el mandatario estadounidense también la observan del otro lado del Atlántico, precisamente en los países del sur de Europa.

Según Palma Cané, "las turbulencias económicas que atraviesan esas naciones se ven agravadas por un problema político fundamental, que es la falta de gobernabilidad de la Unión Europea".

¿Por qué observan esto? Porque ven una estructura de toma de decisiones pesada -tipo pata de elefante- que debe contar con el consenso de varios países, para resolver problemas que explotan día a día.

"Resulta necesario cambiar de modo urgente la actual metodología por un esquema político flexible, acorde a los tiempos que corren", enfatiza Palma Cané.
Panic Atack
"El mundo entró en pánico. La prueba más contundente es que los únicos que se salvaron fueron los bonos del Tesoro de los Estados Unidos que, en la práctica, se convirtieron en el activo refugio de la jornada. De hecho, hasta el oro cotizó en baja", señala Mauro Gini, economista de FDI Gerenciamiento Patrimonial.
"Lo que vimos el jueves fueron ventas de inversores totalmente atemorizados. Prácticamente se descuenta que Estados Unidos va a caer en doble recesión y el panorama global hará imposible que los países de la Eurozona resuelvan sus rojos fiscales", argumenta Alberto Castillo, analista de Capital Bolsa.

Aldo Abram, director de la Fundación Libertad y Progreso, coincide en que "existe una crisis de confianza. Los inversores entienden que hay muchas deudas por saldar y que eso limitará lacapacidad de crecimiento de los países".
"El mundo, que salía de la crisis con 3 motores (EE.UU., Alemania y China), hoy tiene sólo uno y con los chinos pisando el freno para contener la inflación", declaró el experto Eduardo Levy Yeyati.
¿Otra vez…recesión?
Las caídas que se dieron ayer asombraron por su magnitud a analistas e inversores del mundo.

Fueron como una suerte de tormenta, de las peores, que arrasó con todo lo que encontraba a su paso. Ningún activo de los importantes, salvo uno, quedó en pie.

¿Hubo algún hecho en particular? Ninguno que justifique semejante derrape.

O mejor dicho uno. La creciente sensación de que la economía mundial se encamina a unanueva gran recesión.

"De pronto, se puso todo muy feo. No por alguna cuestión específica, sino por la sensación de que el miedo a la recesión global se apoderó de los mercados", afirma Corujo.
"Estamos en la primera fase de un ajuste vinculado con la sustentabilidad de la deuda de algunos países, como Italia, y con el débil crecimiento en Estados Unidos", comenta Enrique Alvarez, analista de Latinoamérica en Idea Global.

"Ahora creemos que existe una mayor probabilidad de una recesión en Estados Unidos a partir del próximo año", señala la economista Michelle Meyer, de Bank of America Merrill Lynch.
Para Yeyati, ese país "bien podría convertirse en un Japón, con crecimiento, inflación y tasas por el piso por varios años. Esta situación pondría en jaque el crecimiento del restodel mundo".

Declaraciones explosivas
El jueves, tanto analistas como inversores estaban pendientes de las declaraciones del presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, quien finalmente reconoció una desaceleración en el crecimiento de la zona del euro.

Con sus dichos el funcionario "dilapidó" las esperanzas de los inversores, que creían que se iba a referir a que el organismo iba a "dar una manito" comprando deuda e Italia y de España.

Pero Trichet no acusó recibo de esta cuestión.

El efecto sobre las bolsas europeas fue "letal". Todas cayeron en forma notoria (el principal índice de referencia se derrumbó como no se veía desde el 2009).

Las bolsas de Madrid y Paris descendieron cerca de un 4 por ciento.

Para tener una idea de la magnitud de la corriente vendedora de acciones de esta semana, la misma borró más de 400.000 millones de euros de capitalización de mercado de los índices líderes de Alemania, Reino Unido, Francia, Italia, España y Holanda, el equivalente a casiuna vez y media el producto bruto de Argentina, para dar un ejemplo.
Pero el shock también se extendió a América latina.

El Merval fue uno de los más afectados, con un derrumbe del 6 por ciento.
"La bolsa local mostró un fuerte descenso, producto del temor global a un freno en las tasas de crecimiento de Estados Unidos", remarca Francisco Marra, operador de Bull Market Brokers Sociedad de Bolsa.

Pero el Bovespa de San Pablo no se quedó atrás, pues se precipitó un 5,75%, sumando así su cuarta sesión consecutiva de caídas.

Los bonos del Tesoro, único refugio
Toda esta histeria colectiva actuó como detonante para que se disparara la demanda de losbonos del Tesoro.

¿Cuánto pagan? Ahora su tasa de interés se ubica en un 3,83% (venían ofreciendo 3,9 por ciento).

Su rendimiento no había caído tan bruscamente en una sola semana desde el peor momento de la última crisis financiera global.

"Esta suba de los precios y el desplome de su rentabilidad, expresa sin medias tintas, la pérdida de esperanza de una recuperación del crecimiento de la economía estadounidense", consigna Agustín Cramo.

El "diluvio" se llevó todo
En el mercado de divisas también se notó la fuerte volatilidad.

El euro se depreció y se ubicó en los u$s1,412 frente a los 1,43 en los que abrió la rueda. Pero no fue el único.

En América latina, el real brasileño se depreció hasta un 1,6% (a 1,5850 unidades por dólar) y el peso chileno cayó a 462,60.

Las materias primas tampoco salieron indemnes: ni los futuros del maíz, ni la soja. En tanto, el petróleo se desplomó un 5%

Hasta el oro, la gran estrella de todo este tiempo, que no paraba de marcar récord, sucumbió.

Su cotización cayó u$s30 dólares por unidad, casi un 2 por ciento.

En este contexto, todo indica que existe una letra que resume el rumbo que seguirá la economía global: la "W".

Esto es, caída, recuperación, caída y una posterior recuperación.

Pero para que esto último se dé, el mundo busca un líder. Un estadística que marque el rumbo y que, por ahora, no aparece.

Fuente: InfobaeProfesional


Deja un comentario

Impotentes ante la Recaída

REPORTAJE: Primer plano

La debilidad de la economía reaviva el temor a una nueva recesión en Europa y EE UU

J. P. VELÁZQUEZ-GAZTELU 07/08/2011

trabajandoHubo un momento, hace ahora un año, en que parecía que la pesadilla terminaba. Aunque lentamente y de forma desigual, las economías de los países desarrollados volvían a crecer, y las medidas de estímulo adoptadas con tanto esfuerzo por los Gobiernos para salir de la recesión comenzaban a dar sus frutos. ¿Recuerdan los brotes verdes? Todo ello parece ahora un espejismo. Casi de repente, la economía mundial ha comenzado a dar de nuevo señales de extrema debilidad a ambos lados del Atlántico. El enfermo ha recaído, y la esperada recuperación se aleja.

Más allá de las dudas sobre la solvencia de España e Italia y de las disputas sobre fiscalidad en el Congreso de EE UU, la cuestión más preocupante es la incapacidad de los países llamados ricos para crear empleo y volver a crecer. Hace tan solo unas semanas a muchos le hubiera parecido una insensatez pronosticar una nueva recesión en Europa o en EE UU. Ahora, hasta los más optimistas coinciden en que estamos en el peor momento desde 2008.

"El segundo trimestre ha sido bastante peor que el primero en la eurozona", afirma Marie Diron, directora macroeconomía europea de Oxford Economics. "No es probable que los países centrales de la unión monetaria, como Alemania o Francia, caigan en recesión, pero sí lo es en economías periféricas como España o Italia, especialmente si la crisis de la deuda empeora".

Eurostat no difundirá hasta el 16 de agosto los datos oficiales del producto interior bruto europeo, pero los expertos apuntan ya que la economía sufrió un brusco frenazo en el segundo trimestre, comparado con el crecimiento del 2,5% interanual registrado entre enero y marzo. La propia Comisión Europea pronostica que el dato estará en torno al 1,5%.

Elwin de Groot, economista-estratega de Rabobank, subraya que la ralentización de la actividad en Europa debe analizarse en el contexto de una recuperación lenta y difícil tras una crisis financiera de enorme magnitud. "Estamos saliendo de una recesión profunda y, desde ese punto de vista, ya esperábamos una recuperación muy modesta. Seguimos en ese escenario". Los pobres datos de crecimiento de España e Italia conocidos el viernes, señala De Groot, confirman esa tendencia.

En EE UU, el panorama es aún peor que en Europa. La primera economía mundial ha crecido en los últimos seis meses apenas un 0,8% en términos interanuales, un ritmo claramente insuficiente para crear empleo. El consumo sigue sin remontar y la producción industrial está estancada. La tasa de paro, que lleva 30 meses por encima del 8%, está en el 9,1%. Este dato, difundido el viernes, fue algo mejor de lo esperado, pero ayudó poco a rebajar el pesimismo. El semanario The Economist cifra en un 50% las probabilidades de que EE UU entre en zona negativa en los próximos seis meses.

David Lis, responsable de renta variable de Aviva Investors en Reino Unido, reconoce que hay razones para estar preocupados ante las perspectivas del crecimiento económico mundial, pero precisa que los inversores no deben lanzarse a vender a toda prisa: "No estamos en 2008, y muchas empresas tienen una salud mucho mejor que cuando cayó Lehman Brothers. Habrá una reducción de los beneficios, pero las perspectivas de dividendos siguen siendo buenas".

¿Qué ha ocurrido para que la situación se haya deteriorado tanto y tan rápido? Nouriel Roubini, profesor de la Universidad de Nueva York, apodado Doctor Catástrofe por sus oscuros presagios, avisaba hace unos días en su cuenta de Twitter que las autoridades, tanto políticas como monetarias, se han quedado sin munición para combatir la crisis. Los tipos de interés están en niveles históricamente bajos (cerca del 0% en EE UU y en el 1,5% en la zona euro). Los Gobiernos, enormemente endeudados y bajo tremenda presión de los mercados, recortan gastos y aplazan inversiones que serían de gran ayuda para reanimar la actividad. Los bancos no prestan dinero porque ellos mismos no tienen nada fácil acceso al crédito. Muy castigadas por la falta de préstamos y la debilidad de las ventas, las empresas recortan plantillas y rebajan sus expectativas de beneficios. Y los ciudadanos, agobiados por las hipotecas y alertas ante la posibilidad de perder su empleo -si no lo han perdido ya-, limitan el consumo a lo imprescindible. Ya lo dijo el propio Roubini en una entrevista publicada por EL PAÍS en octubre pasado: "Vienen años dolorosos por la resaca del alto endeudamiento público y privado en el mundo rico. La buena noticia es que podemos evitar una recaída en la recesión. La mala es que no se puede hacer mucho más que eso".

Nadie tira del carro. Japón lleva dos décadas perdidas y esta semana ha tenido que intervenir en los mercados de divisas para depreciar el yen, cuya fortaleza perjudica sus exportaciones y le impide crecer. Incluso China e India, hasta ahora inmunes a todo mal, están empezando a notar el impacto de la crisis de la deuda en los países desarrollados, principales consumidores de sus productos.

Los datos más recientes hablan precisamente de una enorme debilidad del consumo en Europa y EE UU. Las ventas al por menor cayeron un 0,3% entre abril y junio en la Unión Europea frente al periodo anterior, tras haber disminuido un 0,2% en el primer trimestre.

Son pésimas noticias para las empresas. Según el estudio difundido el miércoles por la firma Markit Economics, el sector privado está prácticamente estancado debido a la ralentización de la actividad industrial en Alemania y Francia. Además, el índice Ifo de confianza empresarial en Alemania -la economía europea que menos ha sufrido en los últimos meses y en la que siguen puestas las esperanzas de recuperación- cayó bruscamente en julio.

Otro síntoma inequívoco de recaída en la actividad económica es la bajada del precio del petróleo. El crudo Brent ha bajado un 10% en dos semanas, hasta los 108 dólares por barril.

La marcha de los mercados de valores tampoco augura nada bueno. El Dow Jones, principal indicador de la Bolsa de Nueva York, ha caído casi un 10% en un mes; el Eurostoxx, más de un 16%, y el Ibex, un 15,8%. Esta semana ha sido la peor para las Bolsas europeas desde el primer rescate a Grecia, en mayo de 2010.

¿Cómo es posible haber caído de nuevo en este agujero? Los expertos coinciden en una cosa: la indecisión de los líderes de la Unión Europea y las disputas entre demócratas y republicanos en EE UU han puesto en tela de juicio la capacidad de los políticos para defender el interés común y han sembrado la incertidumbre en los mercados. "Todos estamos a la espera de las decisiones políticas", dice Marie Diron, de Oxford Economics en conversación telefónica desde su oficina de Londres. "No hay motivos para que las primas de riesgo de España e Italia hayan subido tanto. Lo que de verdad pone nerviosos a los mercados es la falta de voluntad política para poner fin a la crisis y salvar al euro".

De Groot, de Rabobank, está de acuerdo. Cree que los líderes europeos acertaron al llegar a un acuerdo, el 21 de julio, para rescatar a Grecia, pero precisa que están tardando demasiado en presentar una hoja de ruta para reforzar el fondo de rescate europeo. "Hay un vacío político", agrega el economista holandés desde Utrecht. "Los mercados no saben qué esperar".

Paul Krugman, premio Nobel de Economía y profesor de Princeton, ofrece un remedio keynesiano para salir de la crisis: aumentar la inversión pública para crear empleo, aprovechando que los tipos de interés siguen siendo históricamente bajos. Gastar hoy para recoger mañana, aun a pesar de que el déficit público crezca. Otros siguen insistiendo en recetar austeridad ante todo; confían en que los mercados recuperarán la confianza una vez que los Gobiernos hayan puesto sus cuentas en orden.

Roubini, uno de los pocos economistas que pronosticaron la crisis financiera de 2008, cree que el BCE debería haber bajado los tipos de interés para ayudar a España e Italia a salir del atolladero. El Banco Central Europeo, que no tocó los tipos de interés en su reunión del pasado jueves, ha subido dos veces el precio del dinero este año a pesar de la debilidad de los datos de la eurozona. Su presidente, Jean-Claude Trichet, insiste en que su objetivo es frenar la inflación, actualmente del 2,5%, para acercarla a su objetivo del 2%.

¿Y los países emergentes? China sigue creciendo a un ritmo espectacular, pero ha comenzado a notar que los europeos y estadounidenses tienen el cinturón apretado. No es que el país asiático corra el riesgo de entrar en crisis, pero su economía empieza a perder fuelle. Sea como sea, todo indica que las grandes economías van a tardar en recuperar la prosperidad perdida, y que mientras tanto seguirán perdiendo poder e influencia en favor de naciones emergentes como China, India, Rusia o Brasil. El reequilibrio de fuerzas se acelera.

Fuente_ El País (España)


Deja un comentario

Excelente Película Documental “Inside Job”

Para entender cómo llegamos a la actual crisis (para mí sistémica) económica?, les recomiendo ver el documental “Inside Job”.

El documental Job trata sobre la crisis financiera de 2008. Nos presenta las investigaciones, entrevistas y explicaciones que los financieros, políticos, periodistas y académicos, dan acerca de tan brutal crisis.

Ella se centra en los cambios de la industria financiera en las décadas pasadas que han llevado a la crisis, los movimientos políticos hacia la desregulación, y cómo la evolución de ámbitos financieros complejos como el mercado de derivados permitieron grandes incrementos en el riesgo financiero adoptado, al permitir eludir las regulaciones que tenían como fin controlar el riesgo sistémico. Al describir el desarrollo de la crisis, la cinta también examina el conflicto de intereses del sector financiero, sugiriendo que se trata de una práctica que en muchas ocasiones se oculta al público. La cinta también indica que estos conflictos atañen a lasagencia de calificación de riesgo lo mismo que a los académicos que son pagados como consultores sin informar al respecto en sus ensayos, oscureciendo y exacerbando la situación que condujo a la crisis.

Buen documental