La Economía de los no Especialistas

Just another WordPress.com weblog


Deja un comentario

Trichet: "Está en juego el corazón del financiero de los países industrializados"

El presidente del Banco Central Europeo consideró además que el ingreso del Reino Unido al euro depende de los propios ingleses, aunque sería bienvenido

El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean Claude Trichet, considera que la economía mundial se encuentra ante la peor crisis financiera desde la Segunda Guerra Mundial. El banquero francés cree que en la actual situación el «corazón» financiero de las naciones industrializadas está en juego.

«Es la primera vez que el corazón financiero de las naciones industrializadas está en juego, estamos ante un episodio de muchas turbulencias y dificultades», ha declarado Trichet hoy en una entrevista con la cadena de televisión británica Sky News.

El máximo responsable de la política monetaria de la Eurozona reconoce que a pesar de la excepcionalidad de la situación, las dificultades se pueden solventar con los esfuerzos de los bancos centrales y de los gobiernos, con un rol clave para el sector privado.

A pesar de ello, ha rechazado hacer una previsión de cuanto podrían durar las turbulencias del mercado financiero.

Preguntado sobre si los bancos de la Citi de Londres han actuado de forma irresponsable en la crisis, Trichet ha respondido que no se puede señalar simplemente a un mercado en particular o aun determinado grupo de banqueros.

«Tenemos un sistema financiero global que claramente tenía muchos defectos», ha señalado. Respecto a la posible entrada de Reino Unido en el euro, Trichet considera que es un asunto del que tienen que decidir los propios británicos.

«Todo lo que puedo decir es que Reino Unido sería bienvenido en la Eurozona», ha declarado, para añadir que ésta una posición unánime dentro del BCE.

Fuente: InfobaeProfesional


Deja un comentario

General Motors, Ford y Chrysler lanzan un S.O.S al Gobierno para evitar una catástrofe nacional

General Motors, Ford y Chrysler lanzan un S.O.S al Gobierno para evitar una catástrofe nacional

EFE – 19/11/2008 07:41h

Los tres máximos ejecutivos de General Motors, Ford y Chrysler pidieron ayer en el Senado de EEUU 25.000 millones de dólares para la supervivencia de la industria automotriz y evitar una «catástrofe» nacional, pero encontraron poca empatía y muchas críticas sobre su «fallido» modelo de negocios. El colapso de la industria sería «catastrófico», advirtió el presidente de General Motors (GM), Richard Wagoner, durante una audiencia del Comité de la Banca del Senado.

Wagoner advirtió de la posible pérdida de unos tres millones de empleos, pérdida de ingresos personales y una hemorragia para el Gobierno de 150.000 millones de dólares en concepto de impuestos. El monto que el sector pide al Congreso palidece frente a esas pérdidas, dijo Wagoner, tras asegurar que no se trata sólo de salvar a Detroit, sino también a «toda la economía». Ese mismo escenario de Armagedón pintaron Alan Mulally, presidente de la empresa Ford, y Robert Nardelli, el de Chrysler.

Segun Nardelli, el colapso tendría «repercusiones debilitadoras para la base industrial del país». A cambio de la ayuda, los «Tres grandes» se comprometen con una «plena transparencia financiera» y a que el Gobierno tenga una mayor participación en el sector. La audiencia se produce mientras la crisis financiera global y la congelación del crédito han provocado una mayor cautela de los consumidores.

Pero la Casa Blanca y sus aliados republicanos en el Congreso se oponen a que la ayuda salga del plan de rescate financiero de 700.000 millones de dólares aprobado el mes pasado, porque ya existe un plan de préstamos del Departamento de Energía que podría paliar el problema. Los «Tres grandes de Detroit» encontraron un aliado en el Sindicato de Trabajadores de la Industria Automotriz (UAW, por su sigla en inglés), cuyos miembros se verían afectados por posibles despidos.

«Sin duda, la situación es grave, es una crisis», sentenció Ron Gettelfinger, presidente de UAW, en la audiencia. Pero durante más de una hora de declaraciones, varios demócratas y republicanos manifestaron sus dudas sobre el «S.O.S.» y exigieron que los fabricantes elaboren un modelo de negocios para su viabilidad a largo plazo. El presidente del Comité, el demócrata Christopher Dodd, afirmó que si se aprueba la ayuda sería para evitar una mayor desestabilización de la economía, y al respecto señaló: «La industria busca tratamientos para heridas que, creo, son autoinfligidas hasta cierto punto».

Oposición republicana

Republicanos como Richard Shelby y Larry Craig consideran que el Gobierno debería primero determinar las condiciones verdaderas del sector antes de soltar dinero, y exigir cambios en la industria. Sin tener los votos, los demócratas preven someter a votación, tan pronto como el jueves, una extensión de beneficios de desempleo y ayudas para Detroit. La Cámara de Representantes actuaría después del Senado.

Para los ejecutivos de Detroit, el tiempo apremia y su idea de acudir al Congreso es evitar un efecto dominó entre las empresas que dependen de esta vertebra de la economía.

Cerca del cuatro por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) de EEUU se atribuye a ese sector, que además conforma el 10% del valor de la producción industrial y emplea a uno de cada diez trabajadores en este país.

Según fuentes del sector, el colapso de dos de los tres fabricantes significaría la pérdida de unos 2,5 millones de empleos, incluyendo a 240.000 trabajadores de las líneas de ensamblaje, 800.000 del sector de abastecedores y 1,4 millones más que dependen de la industria.

Ambas cámaras del Congreso están inmersas en una abreviada sesión postelectoral, conocida en inglés como «lame duck», enfocada en la crisis económica. Si no avanza su «plan B» ahora, la jerarquía demócrata tendría que esperar hasta la 111 sesión legislativa en enero próximo, cuando regrese con una abultada mayoría.

Para entonces, no tendría la amenaza de un veto presidencial, ya que Barack Obama quiere ayudar al sector y habría un segundo plan de estímulo económico.

Mientras, siguen las disputas entre la Casa Blanca y los demócratas del Congreso en torno a cómo ayudar a Detroit. Ante el Comité de Servicios Financieros de la Cámara Baja, el secretario del Tesoro, Henry Paulson, rechazó la idea de usar el plan de rescate de Wall Street como una «panacea para todas nuestras dificultades económicas». Los ejecutivos de Detroit retomarán su campaña de persuasión mañana durante una audiencia en ese mismo comité.

Fuente: Cotizalia


Deja un comentario

Strauss Kahn sitúa la recuperación de la economía mundial a finales de 2009

Europa Press – 19/11/2008

Strauss_Kahn.jpg

El director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, prevé una recuperación de la economía mundial hacia finales de 2009, advirtió contra las tentaciones proteccionistas en materia de comercio internacional y apostó por usar la política presupuestaria para reactivar el crecimiento. No habrá crecimiento hasta 2010: la OCDE presenta sus nuevas previsiones.

«Lo que vemos es una salida de la crisis hacia finales

de 2009, en fin, una recuperación hacia finales de 2009″, expuso durante su intervención ante el Consejo Económico y Social, en París, en la que aseguró que todavía existen riesgos ligados al sector financiero y al mercado interbancario.

«No creo en un hundimiento de las grandes instituciones como hace unos meses, pero incluso si no se produce este hundimiento, la tendencia del mercado a replegarse sobre sí mismo puede continuar», avisó. En este sentido, destacó que el mercado interbancario no ha vuelto a ponerse en marcha «como era deseable».

«Tentación de proteccionismo»

Para Strauss-Kahn, todavía hay margen para una política monetaria más «acomodaticia» y que la mayoría de los bancos centrales hoy empiezan a darse cuenta de que los riesgos de inflación han «desaparecido totalmente» y que en esas condiciones hay «pocas razones para no usar el margen existente en materia monetaria». En todo caso, avisó de que no se pueden esperar «resultados formidables».

Otro riesgo al que aludió el máximo responsables del FMI es la «tentación de proteccionismo», sobre todo, de países con problemas alimentarios donde pequeñas fluctuaciones en la producción entrañan enormes fluctuaciones en el mercado internacional y subidas considerables del precio. De ahí que apostara por «resistir a esa tentación» y concluir «lo más rápidamente posible» la ronda de Doha.

Strauss-Kahn apeló a continuación a un apoyo presupuestario del crecimiento allí donde sea posible y cuando lo permita el déficit. «Si ha habido un momento donde una respuesta concertada, coordinada en materia presupuestaria tiene sentido, es hoy», destacó. En su opinión, las consecuencias de un ralentización serán «más graves a medio plazo» que el hecho «en sí poco feliz» de tener un poco más de déficit durante un año o año y medio.

Según sus cálculos, el 1% del PIB de apoyo presupuestario genera ‘grosso modo’ un 1% de crecimiento. De ahí que, como se necesita un 2% de crecimiento mundial o más, sería bueno destinar un 2% de apoyo presupuestario allí donde sea posible. «No es tan sencillo, tiene que ser temporal y estar bien enfocado, pero eso corresponde a una situación de dificultad de la economía mundial que no hemos conocido desde la Segunda Guerra Mundial», enfatizó.

Fuente: El Economista


Deja un comentario

Advierten que el Reino Unido podría caer en bancarrota

La libra esterlina ya protagonizó un colapso que hizo famoso a George Soros. Los pronósticos alertan que la economía inglesa avanza a una situación peor

La libra esterlina ya protagonizó, en el pasado, un colapso que hizo famoso a George Soros. Es posible que, ahora, la economía inglesa avance hacia una situación aún peor.

Los mensajeros del Apocalipsis están a sus anchas en todo el mundo y lo peor de todo es que muchos predicen con anticipación sucesos o acontecimientos que finalmente se cumplen.

Del otro lado del Océano, existe un viejo gurú, cuyo radio de influencia es la economía británica. Se trata de Willem Buiter, profesor en la LSE y antiguo economista jefe del Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo.

Buiter escribió en su blog del Financial Times -llamado Maverecon- el pasado día 13 de noviembre un artículo en el que se enfocó en la posibilidad de que el Reino Unido siga los desgraciados pasos de Islandia, llegando por lo tanto a la bancarrota.

En sus más recientes artículos, analizados por S.McCoy de Cotizalia, Buiter centraba la posibilidad de que el Reino Unido vaya directo a la quiebra y a una más probable crisis de la moneda que pasaría de una mera corrección de la sobrevaloración de la libra a un problema de asignación de activos e inflación.

Desgraciadamente para el Reino Unido, Buiter no está solo en su análisis. Hace pocos días, Andrew Garthwaite, economista del Credit Suisse consideraba que la economía británica se situaba dentro del Top-5 mundial de los países en peligro macro. Si bien fueron pocos los que le dieron trascendencia a la advertencia, muchos consideraron que el riesgo está latente.

Y la cuestión se empeora cuando algunos expertos sitúan la recuperación del sector inmobiliario inglés, que está sobredimensionado en cuestiones de precios, a la usanza del mercado español, pero mucho más reducido en cuanto a la oferta disponible para dentro de una década.

En este marco, se agrega otro componente clave. En sus artículos, Buiter mostró que es incrédulo sobre los resultados de la Cumbre de Washington, respecto de la viabilidad final de los postulados del G-20.

De hecho, para el gurú la cumbre tuvo sobretodo un valor simbólico. «Lo más significativo fue el hecho de que se reuniera el G-20 en lugar del G-7 o el G-8, pues constituía un signo simbólico del cambio de guardia en el orden económico mundial, con un mayor papel y significado para mercados emergentes como China, India y Brasil”, sostuvo.

Para sumar preocupación, por si fuera poca, no es menor que los especialistas crean que el fenómeno del Reino Unido puede afectar a entidades bancarias extranjeras. En este sentido, aseguran que es previsible que no se vaya a detener donde se encuentra ahora, sino que se va a extender al conjunto de las principales entidades del país, incluido el Santander-Abbey, debido el deterioro del resto de los ámbitos geográficos en los que la entidad actúa.

Una mirada hacia EE.UU.
Al momento de realizar su diagnóstico, Buitre hizo hincapié en que tanto el Reino Unido como los Estados Unidos enfrentan una crisis bancaria que «ha obligado a los gobiernos a inyectar grandes sumas de dinero público en el sector».

Buscando patrones en común resulta oportuno tener presente que la situación de EE.UU. ya contó con sus propias predicciones y que, más de una vez los gurúes anticiparon hechos que luego se cumplieron.

Vale recordar el caso de Nouriel Roubini. Este economista de Nueva York pronosticó no sólo la crisis actual sino que sus consejos para superarla fueron el principio de las recetas implantadas por Gordon Brown en el Reino Unido, que luego fueron copiadas por otros estados desarrollados. Ahora, la última predicción de Roubini fue que el S&P500, el más fiable de los indicadores bursátiles de Wall Street, retrocederá un 40%, hasta los 500 puntos.

Y también el caso del CEO de Best Buy quien -según informó Cotizalia- recientemente expresó que en los 42 años que lleva en el negocio de la distribución minorista, nunca vio semejante debilidad en la economía real norteamericana y cómo está impactando sobre los beneficios empresariales. En igual sentido, expresó que jamás había visto una crisis del consumo como la actual en Estados Unidos; una demanda privada que supone más de dos terceras partes de su PIB nacional.

La crisis genera en EE.UU. efectos muy curiosos, como por ejemplo, que los ciudadanos se decidieran a no gastar, con el consecuente y sustancial repunte de la tasa de ahorro que se multiplicó por dos de junio a esta parte, pues pasó del 1,1% al 2,3%, o directamente se dedica al repago de deudas.

En un entorno como éste, las ventas caen, los resultados sufren y las deudas pesan más que nunca tanto en el balance como en la cuenta de resultados y la falta de confianza se hace notar.

Claves de la crisis en el Reino Unido
El sombrío panorama en EE.UU. parece tener un correlato en Europa. Los problemas del Reino Unido no son muy distintos a los de Islandia y ya existen cuestiones comunes entre ambos países, más allá de su carácter insular:

  • En el caso del Reino Unido, su peso en la economía global es reducido (apenas un 3,3% del PIB Mundial),
  • Depende extraordinariamente de la actividad exterior (hasta cuatro veces más que Estados Unidos) y
  • Es tomadora de precios tanto en la economía real como en la financiera;
  • Su sistema bancario está sobredimensionado (el balance agregado del sector es un 450% del PIB nacional, frente al 900% de Islandia y el 650% de Suiza pero sobre una base de cálculo muy superior) y
  • Está excesivamente expuesto internacionalmente (algo más del 55% del total) a la vez que el Banco de Inglaterra carece de fuerza suficiente para frenar la salida de capital denominado en divisa foránea;
  • La libra esterlina no es moneda internacional de reserva (apenas el 4,7% del total mundial frente al 64% del dólar o el 27% del euro);

y, además, la capacidad fiscal del país es limitada y más después de las sucesivas intervenciones en el sistema financiero local.

La situación del Banco Santander

La débil situación de la economía inglesa y de su sistema financiero, genera un marcado riesgo para el conjunto de las entidades, pero particularmente al Grupo Santander, que recientemente incrementó su participación en ese mercado a través de tres bancos, el Abbey, el B&B y el Alliance & Leicester.

Con la reciente integración de estos activos, las actividades combinadas de los tres bancos aportan 1.286 oficinas con una buena distribución geográfica en el Reino Unido.

Además, una vez consolidadas las tres entidades, la cuota de mercado de Santander en depósitos minoristas alcanzaría a un 10% aproximadamente con unos 24 millones de clientes.

Un volumen muy interesante en los momentos de auge, pero que puede convertirse en una pesada carga en momentos de incertidumbre. Hasta el momento el riesgo no se ve reflejado en su CDS (credit default swap), que se mantiene en apenas 80 puntos básicos.

El costo de nacionalizar la banca
Para Buiter ,la nacionalización de toda la banca implica un costo de partida equivalente al 20% del PIB del Reino Unido (que podría ser muy superior si se considera el pronóstico pesimista del Citigroup), que deja a las cuentas públicas con un déficit para el próximo año cercano al 7% y que dispara la deuda soberana por encima del 100%.

La capacidad de maniobra del gobierno se redujo drásticamente y el aumento de las tasas de interés para captar liquidez de los mercados podría dejar sin efecto los estímulos fiscales al sector privado de la economía, generando lo que se llama efecto crowding out o desplazamiento del sector privado.

No sólo eso, podría darse el caso de que no hubiera quien financiara sus nuevas emisiones emisiones de deuda. La moneda es el mejor indicador para seguir la confianza del público en la economía de un país ya que suele actuar como preludio de mayores dificultades. De ahí que sea fundamental seguir su curso. Y éste es, para el analista, si no dramático, al menos preocupante.

Con este diagnóstico, Buiter desarrolló tres propuestas paralelas para el Reino Unido.

  • Utilizar el margen de la política monetaria y rebajar adicionalmente las tasas de interés como contrapeso a la falta de cintura fiscal.
  • Reducir, en segundo término, el peso del sector bancario en las cuentas públicas mediante la creación de una figura de intervención de las firmas en dificultades.
    Tener libertad de acción y reordenamiento, bajo supervisión de las autoridades, respecto de la actividad de las entidades afectadas pudiendo llegar, incluso, a obligar la conversión de deuda privada por capital, de forma tal que la responsabilidad y el perjuicio de la mala evolución de la sociedad quede en manos de sus accionistas y acreedores, como en cualquier otra empresa privada.
  • Por último, la entrada coordinada de la libra en el euro a través de un proceso temporal no superior a dos años que permita adecuar la economía británica a los requisitos de Maastricht.

Las medidas del Banco de Inglaterra
El Comité de Política Monetaria del Banco de Inglaterra acordó a principios de noviembre un inesperado recorte de las tasas de interés de 1,5 puntos, abaratando el precio del dinero desde el 4,5 al 3 por ciento.

La magnitud del recorte sólo tiene un precedente más espectacular, la rebaja de dos puntos acordada en marzo de 1981, y sitúa las tasas de la libra en su nivel más bajo desde 1955 y por primera vez por debajo de las tasas del euro desde que se creó la divisa europea en 1999.

En su nota explicativa, el banco emisor destaca que en los últimos meses «ha habido un marcado deterioro de las perspectivas de actividad económica en casa y (…) desde mediados de septiembre, el sistema bancario global ha sufrido su desgarro más grave desde hace casi un siglo».

Pese a que el Gobierno redobló sus llamamientos a la banca para que traslade ese recorte a los consumidores, es difícil que eso ocurra de forma genérica y en la totalidad de la rebaja aprobada por el banco emisor.

A pesar de que se han atenuado las tensiones de semanas atrás, los bancos siguen desconfiando y prestando dinero a tasas muy por encima de lo normal.

Rubén Ramallo
©iProfesional.com

Fuente: InfobaeProfesional